Diabetes - Convivir Con La Insulina

La diabetes tiene un comienzo repentino, que por lo general aparece o durante la niñez o en la edad adulta joven, por lo que también se la conoce como diabetes juvenil y se inicia cuando el cuerpo deja de producir insulina o produce una cantidad demasiado pequeña y, debido a que el cuerpo no puede funcionar sin ella, quienes la padecen necesitan recurrir a la aplicación de hasta 3 dosis diarias de insulina inyectable para lograr valores glucémicos normales.

Entre los problemas más comunes que los diabéticos de este tipo se ven obligados a enfrentar están los
causados por la hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en la sangre), que son: hambre, debilidad, mareo, irritabilidad, temblores, dolor de cabeza, cambios en el comportamiento y en los estados de ánimo, complexión pálida y, ocasionalmente, pérdida del conocimiento y los originados por la hiperglucemia, o niveles altos de azúcar, cuyos síntomas más claros son: sed permanente, micción frecuente y altos niveles de azúcar en orina. En cuanto a su tratamiento, este tipo de diabetes establece una fuerte relación de dependencia entre el enfermo y la administración de insulina inyectable por el resto de su vida.

No se puede enfrentar a la enfermedad si el enfermo se niega sistemáticamente a colaborar con las indica ciones que le señala su médico diabetólogo; es que el diabético no sólo tiene que conocer las características de su enfermedad, los síntomas, la forma de prevenir sus complicaciones, sino que, fundamentalmente, debe tomar conciencia de su enfermedad y, una vez aceptada, ofrecerle la mayor resistencia posible en todos los frentes. Por otra parte, y contra los que muchos creen, la alimentación de este tipo de diabéticos debe ser semejante a la de una persona normal, por lo que no deben olvidarse incluir en sus dietas los hidratos de carbono, buscándolos distribuir en forma proporcional en las cuatro -a veces cinco- comidas diarias.

En síntesis, en este caso el tratamiento se basa en una especial y controlada combinación de inyecciones de insulina diarias, dietas alimentarias, actividades físicas aeróbicas regulares y frecuentes exámenes de la glucosa sanguínea para lograr mantener los niveles en sus valores correctos.

La información contenida en este articulo tiene una función meramente informativa. Ante cualquier duda consulte a su medico o terapeuta .
Fuente: Mia
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