El aumento de los trastornos de alimentación en los chicos y adolescentes abarca no sólo la anorexia y la bulimia, sino también la obesidad. Aquí, la genética cumple un rol casi determinante, ya que si uno de los padres es obeso, existe un 35% de probabilidades de que su hijo lo sea.
La obesidad infantojuvenil se liga mucho al sedentarismo, también. Hoy se sabe que los chicos frente al televisor sufren un retraso de su metabolismo y esto les hace gastar mínimas calorías. Estos son algunos puntos de alerta para papas gorditos, de esta manera podrán observar a sus chicos.
Cuidado con mezclar los papeles: según los especialistas, los padres pueden tener varias actitudes pero las más comunes son la resignación ("luché toda mi vida con la gordura y no me dio resultado, a mi hijo le va a pasar igual"), la negación ("No quiero recordar loque sufrí de chica con el peso, mejor dejo todo como está porque cuando el nene crezca adelgaza") o la persecución ("Yo luché con la gordura, vos tenes que ser flaca"). Ninguna es positiva. Es fundamental no acosar a los chicos, sino hacer que participen del tratamiento entendiendo para qué es tanto esfuerzo.
Es conveniente insistir en los beneficios en la salud a largo plazo de un peso equilibrado, antes que en obsesionarlos con "lo importante que es el físico".
Recuerde a su chico gordito que, por el contrario a lo que se cree, la obesidad no tratada aumenta. Raras pero rarísimas veces un chico gordito es un adulto flaco sin que sus padres y él mismo hayan hecho modificaciones en los hábitos y la dieta.
Con respecto a esta última, algo fundamental. Los chicos no pueden hacer las mismas dietas que los grandes; esto vale también para los adolescentes. En general, se restringen moderadamente las grasas y un poco los azúcares y carbohidratos. Jamás debe eliminarse el desayuno, ni almorzar o cenar con gaseosas, porque son dos actitudes "superengordantes".
La actividad física es una gran ayuda para los chicos con tendencia a engordar, ya que activa su metabolismo que es lento por mandato genético; desarrolla músculos que a su vez gastan más calorías que la grasa; mejora la autoestima —primordial en los chicos— y sobre todo evita el aburrimiento: Casi todos los chicos, cuando están aburridos, comen.
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Ante cualquier duda consulte a su medico o terapeuta .
Fuente: Mia