Tradicionalmente la medicina puso su mirada en las manifestaciones patológicas que se le presentan al individuo cuando se encuentra en estado de vigilia, y no tuvo en cuenta las alteraciones de las funciones biológicas que se dan cuando está dormido. Sin embargo, en los últimos años ante la necesidad de resolver problemas médicos generales relacionados o desencadenados por el sueño surge como nueva especialidad la medicina del sueño. La situación del sujeto cuando está dormido, es el eje de estudio de esta disciplina que nace del aporte de las ciencias neurológicas. En las últimas dos décadas se comienza a registrar un gran número de pacientes que padecen de apnea (interrupción de la respiración), alteración del ritmo cardíaco, o de una mala oxigenación cuando duermen. El tratar de prevenir y controlar estos trastornos surge como una necesidad para evitar que estos pacientes caigan en cuadros vasculares, de hipertensión o en situaciones de mayor riesgo en las que peligra su vida. Son sujetos que en estado de vigilia son sanos pero que cuando duermen se enferman.
Por lo general cuando se habla de trastornos del sueño la gente lo asocia con el insomnio, pero el sueño no sólo se altera en cantidad, sino también en calidad. No se trata de dormir un determinado número de horas, sino de que estas horas puedan cubrir las necesidades indispensables para el buen las actividades diurnas, tanto en el orden físico como psíquico. Debido a la estrecha relación que existe entre la vigilia y el sueño puede suceder que si se pasó una noche con incomodidades o con perturbaciones físicas que no fueron percibidas, durante el día se presenten manifestaciones que disminuyan el rendimiento intelectual o afecten el estado de ánimo.
El diagnóstico de las alteraciones que se presentan se basa en: el estudio de las funciones fisiológicas durante esta etapa, la distribución de la actividad de vigilia y sueño en el ciclo de 24 horas, y el control del sueño y la vigilia. Por eso, para estudiar a los pacientes se controla la respiración, los movimientos corporales, el ritmo y la frecuencia cardíaca, la saturación de oxígeno en sangre, y la actividad electroencefalográfica. El campo de acción de la medicina del sueño involucra al individuo en sus distintas etapas evolutivas, y se atienden los problemas que se le pueden presentar tanto a un chico, como a un anciano. Cuando un chico tiene una mala respiración mientras duerme, y en consecuencia una mala oxigenación de todo el organismo, es muy probable que en su vida cotidiana, en el colegio tenga dificultades de aprendizaje.
Entre las principales patologías del sueño que motivan al paciente a hacer una consulta figuran la hipersomnia, o somnolencia diurna excesiva; el ronquido, asociado a las piernas inquietas; sonambulismo; pesadillas; epilepsia del sueño y narcolepsia.
Los pacientes que padecen narcolepsia, un síndrome que se conforma por una somnolencia diurna excesiva, caídas bruscas y alucinaciones, son personas que sufren mucho porque son incomprendidos y rechazados por su entorno social. Les suele suceder que se quedan dormidos mientras conversan, en el trabajo, o cuando van manejando. Ante los riesgos que esto implica y desconociendo las causas, esto los lleva a perder el trabajo, y en muchos casos hasta la familia. En nuestro país el estudio del sueño es algo que está en los inicios, es escasa la información que se tiene acerca de esta actividad en los colegios médicos o en instituciones dedicadas a la atención de la salud, sin embargo el desarrollo de este campo está relacionado con la mayoría de las especialidades médicas.
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Ante cualquier duda consulte a su medico o terapeuta .
Fuente: Caras - Dra. Margarita- Blanco