Dentro de las variadas técnicas de diagnóstico por imágenes se destaca la resonancia magnética, por su precisión y por ser una técnica no invasiva. A esta notable modalidad, la tecnología suma la espectroscopia y las secuencias de difusión y perfusión.
Las nuevas técnicas de diagnóstico por imágenes, que se valen también de la informática, permiten obtener una precisa visión del cuerpo humano en forma no invasiva. No duele, no molesta y permite obtener en pocos minutos un diagnóstico preciso. Se trata de la resonancia magnética, y modalidades más sofisticadas: la espectroscopia y las secuencias de difusión y perfusión. Desde que Guillermo Roentgen descubrió los rayos X, allá por 1895, la posibilidad de bucear por el interior del cuerpo humano no sólo tomó forma, sino que también comenzó a desarrollarse a pasos agigantados. Un desarrollo que fue particularmente explosivo en estas dos últimas décadas, al que se sumaron las múltiples alternativas de la informática al servicio de la salud. Ahora, a un paciente se le puede practicar una resonancia de alta complejidad en 20 minutos, observar con notable precisión la anatomía, y hasta obtener imágenes de las arterias y venas con nitidez sorprendente.
Gracias al vertiginoso desarrollo tecnológico de los últimos 30 años, hoy contamos con equipamiento de última generación que nos permite obtener imágenes muy sofisticadas de manera absolutamente incruenta. Actualmente existe una tendencia en varias enfermedades a utilizar estas técnicas en forma precoz, y así determinar rápidamente y con mayor precisión la patología que padece el paciente. De este modo también se evita la pérdida de tiempo, y también costos intermedios producidos por estudios de menor complejidad que, en muchos casos no aportan la información adecuada y prolongan el tiempo del diagnóstico. Las primeras técnicas de diagnóstico por imágenes en neurorradiología, por ejemplo, eran ciertamente invasivas. Había que inyectar en la columna contraste iodado o aire, para tomarle una radiografía después y observar de manera indirecta la patología cerebral. Con el desarrollo de la tomografía computada y luego la resonancia magnética, podemos visualizar directamente el cerebro de manera incruenta y prácticamente sin riesgos. En cuanto a la velocidad, hoy en día es posible realizar una tomografía computada helicoidal (técnica de última generación) en pocos minutos. Esto evita molestias para el paciente y mejora notablemente la calidad de las imágenes.
Otra de las innovaciones tecnológicas alcanzadas en el último tiempo es el fantástico desarrollo de las técnicas de posprocesamiento de imágenes mediante softwares muy sofisticados que permiten, por ejemplo, reconstruir virtualmente y medir el volumen de cualquier órgano. Actualmente es posible obtener imágenes de distintos planos, desde la piel hasta las estructuras más profundas, con la aplicación de estos sistemas de computación luego de una sola adquisición de pocos minutos. Otras técnicas más recientes, relacionadas con la resonancia magnética, son la espectroscopia que permite acceder a la estructura química de las lesiones, y las secuencias de difusión y perfusión, que tiene un gran impacto en el diagnóstico precoz y en el tratamiento de las enfermedades cerebrovasculares. Estas técnicas son aplicables a todos los sectores del cuerpo humano, como tórax, abdomen o partes osteoarticulares, con la excepción de la espectroscopia y secuencias de perfusión y difusión que son específicas del cerebro.
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Fuente: Caras Dr. CarlosRugilo