Para los numerólogos, lo mismo que para los árabes, o los antiguos celtas, los números son más que símbolos, representaciones abstractas de cifras o cantidades: son energías. En algunos casos, como en los pueblos primitivos, se les adjudicaba relación con lo divino.
La numerología es una disciplina esotérica, basada según quienes la estudian en un conjunto de leyes verificables, que analíza al ser humano mediante la interpretación de las letras de su nombre y apellido, acompañadas de las cifras de la fecha de nacimiento.
Se dice que no hay dos combinaciones numéricas iguales así como tampoco hay dos huellas digitales iguales, por lo que este estudio es único en cada persona.
Pitágoras, padre de la matemática, también lo fue de esta técnica. El sabio, que no dejó escrito alguno —todo lo que sabemos hoy de sus descubrimientos se debe a sus discípulos— era de los que creían en las vidas pasadas, la transmigración de las almas y esas cosas. Otras aportes a la numerologia fueron la Cabala hebrea y el Tarot.